viernes, 30 de septiembre de 2016

Sistemas de iluminación


  • Iluminación Directa: El flujo de la luz se dirige casi completo y directamente sobre la zona a iluminar. Con este sistema se aprovecha entre un 90 y un 100 % de la luz. Se trata de una luz que generalmente está dada por pantallas colgantes o apliques en paredes, sin difusor entre la lamparita y la zona iluminada. Las sombras que se producen son duras e intensas. Los contrastes entre luz y sombras deben estar armonizados o calculados para no provocar un efecto violento.

  • Resultado de imagen para Iluminación Directa

    • Iluminación Indirecta: El 90 a 100 % de la luz se dirige hacia el techo y se distribuye luego en el ambiente por modificación. Se utilizan aparatos que en su parte inferior están cerrados y el flujo lumínico se dirige hacia arriba sin difusor. Produce un ambiente agradable, con una luz suave y sin sombras. 
    Resultado de imagen para iluminación indirecta

    • Iluminación Semi-Directa: Es una iluminación directa pero con un difusor o vidrio traslucido entre la lamparita y la zona a iluminar, que hace que entre un 10 a 40 % de la luz llegue a la superficie u objetos procedentes de un reflejo previo en las paredes. 
    • Iluminación Semi-Indirecta: Es una iluminación que en su parte inferior ilumina con un difusor sobre la zona a iluminar (como en la iluminación semi-directa) y por arriba envía luz al techo sin difusor (como en la iluminación indirecta). Se utilizan lámparas difusas en el borde inferior pero abiertas en la parte de arriba. Genera un efecto grato sin deslumbramientos y con sombras suaves.


  • Iluminación Difusa o Mixta: En este tipo de iluminación el 50 % de la luz se dirige difusa hacia el techo, y de allí es reflejada, y el otro 50 % se dirige difuso hacia la zona a iluminar. Una bocha de vidrio blanco, por ejemplo, es un tipo de iluminación difusa; envía el flujo de luz a toda la habitación pero difuminado. Aquí no hay sombras y se produce una luz agradable pero poco decorativa ya que no se destacan ni sobresalen las formas.



  • La iluminación puede presentarse de infinitas formas, que condicionan el resultado final de la obra que vamos a contemplar. La elección de la misma puede cambiar totalmente la percepción que tengamos de un cuadro.

    La iluminación más utilizada en los museos para las muestras de obras de arte, por lo general son las luces naturales, ya que dan excelentes resultados, por su amplio espectro cromático y la agradable sensación de espacialidad que brinda. Siempre es aconsejable su combinación con fuentes artificiales.

    Dentro de las luces artificiales, existen dos tipos principales de iluminación protagonista de las obras de arte en museos: fuentes difusas y puntuales.


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